01 noviembre 2005

Pensar que piensan

"¿Te preocupa lo que piensan los demás de tí?"Bueno, quizá lo primero que se nos venga a la boca cuando nos preguntan eso sea "¡Qué va! ¡Para nada! Paso de lo que piensen de mí...". Como digo, es lo más fácil.

Sin embargo, lo más complejo (y uso la palabra complejo porque es más que difícil) es reconocer que tácitamente sí nos importa en la mayoría (gran mayoría) de los casos el concepto que otros tengan de nosotros. ¡Qué cosas! ¿no?

¿Por qué será que sucede esto? Obviamente, los humanos somos seres sociables. Poca gente hay que aborrezca estar con otras personas, y menos que intente disfrutar de la compañía de ellas. Incluso si pudiéramos, tendríamos muchos amigos (cosa bastante improbable).

Debido a ello, a todos nos gusta estar con gente (más o menos agradable). Y no sólo estar: nos gusta estar cómodos en su presencia. Si vamos a estar incómodos por algo, a veces es mejor no estar, debido al mal rato que podemos llegar a pasar.

Y por ende, hay un deseo interno que hace que queramos que los demás nos acepten tal y como somos. Y qué bien se está con gente que no te está mirando constantemente a la ropa que llevas con una mueca de desaprobación en la boca, o se queda embelesada (en el mal sentido) por esa risa tan peculiarmente tuya. Claro está, hay cosas que se pueden y otras que no se pueden cambiar. Lo que nos avoca en que queremos gustar a los demás...

De ahí que, normalmente, nos importe lo que los demás piensen de nosotros. Por ello, ¿será entonces un tópico el decir que no nos importa lo que otros piensen? Es posible; yo diría más: es más que posible. De hecho, es un hecho innegable (valga la redundancia, si es que había pocas). Y hasta es algo que indica que nos preocupa nuestra sociabilidad. Lo cual es bueno, por supuesto... pero a un grado razonable.

Sin embargo, no se debe caer en el gran error de preocuparnos en exceso por ello. Es decir, no pasarnos el día cavilando en que otros han pensado, piensan o van a pensar de nosotros algo por lo que hayamos hecho, estemos haciendo o vayamos a hacer, respectivamente.

¿Piensas demasiado? Bienvenid@ al club. Pero hazme caso: no te tortures. En la gran mayoría de los casos, la gente está más preocupada en pensar en lo que tú piensas de ellos, que en pensar que tú estás pensando que ellos están pensando acerca de tí (esto más que redundancia es "rebuznancia").

¿Sabes? Acabo de leer lo escrito y hasta a mí me cuesta entenderlo. ¿Alguien me lo explica? ¡Ja ja ja! Debe ser la noche de las agujeros negros en la mente... aunque sospecho que no digo ninguna mentira.

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