"...este período de tumba..."
Eres la más joven, pero ya no una chiquilla. La vida no es fácil; cada cual se cree con derecho a ser tu maestro y se abroga atribuciones que a ti te desesperan. Yo te digo: Sé por experiencia lo que se debe y lo que no se debe hacer. Todo el año, día tras día, estás oyendo estas pesadas verdades. Los defectos de los que aconsejan, nunca tienen importancia. Y tú sola llevas el peso de los reproches que te dirigen sin pensar si son justos. No siempre es fácil la tarea de tus padres, debiendo juzgar siempre y no siendo siempre justos en sus juicios. | Desde luego, parece raro oír los reproches que dirige a los mayores una chiquilla como tú. Estás rodeada de viejos cascarrabias, cuyos sermones debes tragarte como una amarga píldora para no romper la paz. Pero no pierdas el tiempo que pasa porque hay el estudio, y los libros y la lectura es un bálsamo. Más delicado es el punto de la coquetería: «¿Qué me pondré hoy? ¿Qué me pondré mañana? No me quedan ya medias, tengo la camisa rota y los zapatos destrozados.» ¡Cuántos sinsabores, cuántas calamidades! De su padre, a Anne Frank |