26 noviembre 2005

El Derecho a la Copia Privada

Mucho se ha discutido, argumentado y litigado acerca de la Ley de Propiedad Intelectual. Y aún se sigue haciendo, así que tendremos para rato...

El caso es que aún mucha gente se pregunta si descargarse música de Internet es ilegal, si puedes ir a ese sitio llamado cárcel (el de los barrotes, como diría David Bravo) donde te pueden retener una temporada.

El caso es que cuando un@ ve noticias como ésta, parece que por el cuerpo nos corre un escalofrío de ilegalidad y miedo oculto.

Por eso, es hora de dejar las cosas claras, más si cabe, para l@s que no las tengan aún. Las preguntas pudieran ser:
  • ¿Es ilegal descargase y/o compartir música y/o películas de/en Internet para uso privado?
  • ¿Es ilegal copiar CD's o DVD's de música y/o películas para uso privado?
  • ¿Es ilegal descargarse libros digitalizados para uso privado?
  • ¿Es ilegal hacer fotocopias de un libro para uso privado?

La respuesta a todas las preguntas es: en España, NO.

¿Por qué? La razón se encuentra en la Ley de Propiedad Intelectual, más concretamente en su Artículo 25.

No soy muy docto en interpretar texto jurídico, pero según leo menciona que los autores reciben una remuneración por otorgar a la población civil el derecho a la copia privada, es decir, aquella que no se usa con ánimo de lucro.

Además, en su Artículo 31.2 se expone claramente que el copista puede hacer un uso privado de la copia, sin perjuicio para el autor.

Hasta la S.G.A.E. reconoce lo dicho, más concretamente una señora llamada María Jesús Raudona, aunque mencione que sea "obvio que cada vez que se hace una copia de un disco para uso privado, se deja de vender un ejemplar del mismo". Bueno, esto no se lo cree ni ella.

Resumiendo: la copia privada es un duplicado de una obra intelectual, sea ésta la original o no, para un uso exclusivamente privado, no para su posterior venta o distribución remunerada.

Pero existe una excepción. La excepción son los programas de ordenador. Pero de eso hablaré más adelante, con respecto a la copia de seguridad...

25 noviembre 2005

Presentación (2ª época)

¿Puede haber algo más ambicioso que el ser feliz?

Personalmente, es la segunda prioridad que tengo en mi vida. La primera, es de rango superior y, sin embargo, están relacionadas. Pero esto lo explicaré más adelante...

Dicen mis amigos los psicólogos que una excelente ayuda para poner el orden las ideas es transcribirlas. Así que, a modo de válvula de escape, procuraré ir dejando miguitas de pan en este bosque virtual.

Me decía una profesora (muy apreciada, por cierto) de lengua española, que yo tenía un humor ácido... Sospecho que eso se multiplica cuando escribo. Espero no ofender a nadie. Sólo trato de aplacar mis "fantasmas" del subconsciente.

No voy a llenar mis comentarios sólo con pensamientos. Hay otros intereses en la vida, que también hacen que obtengamos un poco más de felicidad.

Lo dicho. Lo que queda, está por escribirse...


P.D. Es curioso... hoy se cumplen 10 años ya...
P.D.2 La mudanza desde el espacio anterior ha concluído. A partir de ahora sólo publicaré entradas en este blog.

20 noviembre 2005

La Perfección

¿Tensión alta? ¿Desgaste dental? ¿Dolor cervical? ¿Sueño pasajero? ¿Accesos de ansiedad?


Estos son algunos de los síntomas de una persona con un perfil perfeccionista. Dicha persona se concentra tanto en la búsqueda de la perfección que inevitablemente se ve avocada en un círculo vicioso de autocrítica y mal estar.

Hay que decir que va implícito en la personalidad de cada uno, bien grabada en los genes, bien fruto de la infancia. Sea como fuere, los que se esfuerzan por alcanzar la perfección muchas veces no se dan cuenta de su actitud perfeccionista.

Por experiencia propia, puedo decir que no es agradable la sensación de agobio, pérdida de tiempo, etc. Y, como he dicho, es un problema de personalidad. ¿Qué se puede hacer? Varias cosas he probado con éxito:
  • Mejorar el sentido del humor: siempre hay motivos por los cuales reírse; incluso cuando se hace algo mal, es mejor tomárselo como algo por lo cual estar contentos.
  • Cada fracaso es una nueva experiencia: nadie es el/la mejor; tenemos que pasar por la experiencia del desengaño para saber lo que es.
  • Compartir nuestras decepciones: el hablar con otr@s de nuestras expectativas no cumplidas nos ayudará a no darle tanta importancia; quizá haya sido mejor así.
  • Respirar aire libre: esto es fundamental para mejorar nuestra actitud con respecto a la vida; la oxigenación del cerebro nos ayudará a reordenar las ideas y tener una actitud más positiva.
  • Sonreír: aún sin ganas, sonreír es una excelente terapia para estimular el riego cerebral.
  • No tomarse demasiado en serio: muchas veces sobrevaloramos las situaciones; en realidad, pocas cosas son trágicas o transcendentales, o que no se puedan arreglar con una simple disculpa.
  • Que otros vean que erramos: lógicamente, el que los demás vean que también nos equivocamos abrirá nuevas vías de comunicación que, al aparentar hacerlo todo "perfecto", es posible que estuvieran cerradas.
El cambiar los rasgos de nuestra personalidad es cuestión de mucho tiempo, no de un par de semanas. Pero si se pone fuerza de voluntad, con el tiempo se consiguen cambiar aquellos defectos que tanto nos molestan.

13 noviembre 2005

"Alea iacta est"

Seguro que, leyendo tebeos de "Asterix y Obelix" algun@ de nosotr@s hemos podido leer la expresión "Alea iacta est" . Y, queriendo disfrutar del cómic, hemos obviado dicha expresión. Investigando un poco, he aquí su origen.

Según la historia, estas palabras salieron de la boca del emperador romano Julio César (100 a.E.C. - 44 a.E.C.).

Julio César fue un líder militar y político, uno de los más grandes de todos los tiempos, junto a Napoleón y Alejandro Magno.

Una de las mejores campañas de Julio César fue en las Galias en donde marchó junto a sus legiones que sumaban en total unos 50.000 soldados y derrotaron a más de 3.000.000 soldados enemigos.

Sus ideas despertaron intrigas en el Senado, lo cual ocasionó su asesinato a manos de su hijo adoptivo Bruto, entre otros.

Pero en fin, la traducción original del latín al castellano de la famosa frase es "La suerte está echada".

Esta frase se suele atribuir a César al decidir incumplir la prohibición de cruzar el río Rubicón con sus legiones, comenzando así la guerra civil que acabaría con la República Romana y crearía el Imperio Romano.

El Rubicón marcaba el límite con la Galia, la provincia donde César debía mantener a sus legiones. Al cruzar el río, estaba invadiendo Roma. Se cree que en realidad lo que pronunció fue un verso en griego.


Fuente: Wikipedia
Texto corregido. Gracias Francisco.

11 noviembre 2005

El Perdón

En cierta ocasión, cierto hombre tuvo la oportunidad de hablar con un jovencito ciego de nacimiento. El muchacho estaba intrigado acerca de cómo serían los colores, el amanecer, las estrellas... y por ello, interrogó al hombre con muchas preguntas.

Sin embargo, el hombre, que se había dado cuenta de su gran percepción de la vida, quiso saber cómo "veía" él las cosas. Y, entre muchas preguntas, destacó una entre todas.

- ¿Qué es para tí el perdón, hijo? -preguntó el hombre.
- ¿El perdón? -repitió el joven.

El chico se quedó pensando en silencio unos segundos, tras los cuales contestó con una gran sonrisa lo siguiente:

- El perdón... es el perfume que dejan las flores al ser pisoteadas.

07 noviembre 2005

"Déjate guiar por tu corazón"

Qué linda frase ¿verdad? Suena tan bien... y si se oye en medio de una película no te cuento: casi seguro que se revuelven las emociones. Y es que es tan bonita...

Sí, será eso todo lo que es. Bonita y ya está. Porque lo que se dice un buen consejo... no es. Para nada.

Ahora la parte que me gusta: la de las razones. Porque si digo esto, será por algo. Y que conste que no me lo saco de la manga, aunque algun@ piense que soy demasiado racional y extremista. Ahí va una de raciocinio.

¿Qué es el corazón? Según el Journal of the Society of Biblical Literature and Exegesis (1882, pág. 67) se define el corazón como "la parte central en general, el interior, y, por lo tanto, el hombre interior tal como se manifiesta en todas sus diversas actividades, en sus deseos, afectos, emociones, pasiones, propósitos, sus pensamientos, percepciones, imaginaciones, su sabiduría, conocimiento, habilidad, sus creencias y sus razonamientos, su memoria y su consciencia”.

Resumiendo: que el corazón es el centro de nuestras emociones. Así como la mente alberga pensamientos, del corazón emanan emociones y sentimientos. Obviamente, esto es figurado, pues sabemos que el corazón bombea sangre para el cuerpo. Es la mente la que hierbe todo el caldo. Pero para diferenciar pensamientos de emociones, está muy bien hecha la figura retórica.

El punto clave del asunto son las emociones. ¿Quién puede controlar sus emociones? Mejor dicho. ¿Qué parte del cuerpo controla las emociones? El cerebro, o mejor expresado, nuestra parte cerebral o racional.

Es muy interesante cómo describe un escritor de la Biblia al corazón figurativo. Jeremías, que así se llama el escritor, plasmó lo siguiente: "El corazón es más traicionero que cualquier otra cosa y es desesperado. ¿Quién puede conocerlo?".

La pregunta, al leer esto, es: ¿quién se dejaría aconsejar por alguien traicionero o desesperado?

Imagínate que estás a punto de tomar una decisión importante en tu vida. Pero no estás segur@ de qué decisión tomar. Así que acudes a alguien en busca de consejo. ¿Irías a pedir consejo a alguien traicionero? Más aún, ¿le preguntarías a alguien que se encuentra desesperado?

Bueno, el sentido común respondería a estas preguntas con una negativa, pero cada un@ es libre de hacer lo que quiera. A la vista está, sin embargo, que, si siguieras el dictado que dice "Déjate guiar por tu corazón", estarías haciendo caso de alguien con las características mencionadas.

Hay que reconocer que suena bonito eso de guiarse por el corazón. Pero, personalmente, lo veo más como una avocación al fracaso, que un éxito emocional.


10/11/05. Tomando en consideración el comentario de mi querido Kim Carsons, he de agregar que el corazón también tiene su función a la hora de tomar decisiones. Es bueno consultar con él a la hora de identificar los sentimientos que provoca nuestro entorno sobre nosotros, pues la razón no suministra dicha información. Pero, a ser posible, que no influya en decisiones importantes de la vida.

06 noviembre 2005

Las "Siete Maravillas" del Mundo Antiguo

¿Alguien ha oído hablar alguna vez de la "Octava Maravilla del Mundo"? Seguro que se refería a algo extraordinario... (claro, ahora caigo por qué se le llama "Maravilla").

Pues la razón, obviamente, es porque hubo siete anteriores. ¿Cuáles fueron? Aquí os dejo sus imágenes. Para más información mira aquí.

  • El Coloso de Rodas.

  • El Faro de Alejandría.

  • El Mausoleo de Halicarnaso.

  • La Estatua de Zeus en Olimpia.

  • El Templo de Artemisa en Éfeso.

  • Los Jardines Colgantes de Babilonia.

  • Las Pirámides de Gizeh.

05 noviembre 2005

La Aromaterapia... esa desconocida

¿Quién no ha revivido recuerdos pasados al oler una comida, o al olfatear un viejo libro, o al percibir el aroma de una flor? Seguro que tod@s.

Esto se debe a que el sentido del olfato está directamente relacionado con nuestros sentimientos. Es decir, que nuestro ser emocional varía en función de los olores y aromas que captamos por la nariz, incluso por la boca.

En esta premisa, ampliamente demostrada, se basa la aromaterapia. Según la R.A.E. se define ésta como "utilización médica de los aceites esenciales". ¿Y qué son los aceites esenciales? Según cierto trabajo universitario, se definen como "productos químicos que forman las esencias odoríferas de un gran número de vegetales; el término aceite esencial se aplica también a las sustancias sintéticas similares preparadas a partir del alquitrán de hulla, y a las sustancias semisintéticas preparadas a partir de los aceites naturales esenciales".

Bueno, lo que de verdad importa es el efecto. Y, obviamente, dependiendo de qué esencia se use, así será el efecto. Aquí dejo algunos aromas y sus correspondientes aplicaciones.
  • Albahaca: calambres.
  • Árbol del té: acné.
  • Benjui: artritis, articulaciones, dermatitis, catarros y resfriados.
  • Bergamoto: eczemas.
  • Caléndula: articulaciones.
  • Ciprés: mala circulación.
  • Enebro: reumatismos, celulitis, resaca, dermatitis, eczemas y dolores musculares.
  • Eucalipto: reumatismos, bronquitis, catarros, resfriados y dolores musculares.
  • Geranio: dermatitis y eczemas.
  • Hamamelis: mala circulación.
  • Hinojo: estreñimiento, celulitis y resaca.
  • Hisopo: bronquitis.
  • Lavanda: articulaciones, dermatitis, eczemas y dolores musculares.
  • Lemongras: calambres.
  • Manzanilla: artritis.
  • Mejorana: reumatismos y calambres.
  • Pimienta negra: catarros y resfriados.
  • Romero: artritis, articulaciones, reumatismos, celulitis, resaca, dolores musculares y estreñimiento.
  • Salvia: artritis, celulitis, resaca y dolores musculares.
  • Sándalo: bronquitis.
Para relajarnos debemos optar por el amaro, cedro, ciprés, clavel, enebro, gálbano, mandarina, manzanilla, mejorana, mirra, rosa o sándalo.

Para estimularnos emplearemos angélica, clavo, canela, elemí, eucalipto, hinojo, jengibre, lima, menta, naranja, pimienta negra, pino, pomelo o romero.

Como antidepresivo se puede utilizar albahaca, amaro, bergamota, clavel, geranio, incienso, jazmín, lavanda, lima, limón, mandarina, manzanilla, naranja, pachuli, pomelo, rosa o sándalo.

Buenos afrodisíacos son el amaro, angélica, canela, cardamomo, cilantro, clavel, clavo, gálbano, ylang-ylang, jazmín, jengibre, nerolí, pachuli, romero, rosa o sándalo.

Entre los estimulantes de la mente se encuentran la albahaca, cardamomo, cilantro, eucalipto, menta, pino y romero.

Si queremos podemos combinar varios aceites para obtener así mayores beneficios. Por ejemplo, el anís junto con el eucalipto, orégano y comino estimula y reanima y si al pachuli le añadimos manzanilla, geranio, lavanda y rosa favorece el funcionamiento de casi todos los órganos internos del cuerpo.


Fuente: Mundo Belleza.com

04 noviembre 2005

Justo o Bueno... he ahí la cuestión

El niño se encontraba secando los platos que su madre le iba pasando, después de haberlos fregado. Poco a poco, fue haciendo una pequeña pila, en la que había 10 platos más o menos. Pero en un descuido, mientras secaba el último plato, las manos del niño no respondieron y el plato cayó al suelo, rompiéndose en mil pedazos.

La madre ahora fijó su vista en el niño que, con cara muy asustada, miró a su projenitora en busca de un apoyo en tan crítico momento para él. La mujer, sorprendida tanto como el niño por el estruendo producido por el plato, no reaccionó.

Los dos se miraron por unos segundos... unos segundos que parecieron horas para el pobre jovencito. El chiquillo, estremecido por la algarabía de los pedazos de loza saltando y esparciéndose por todas partes, sólo fijaba sus húmedos ojos en los de su madre...

La pregunta es: ¿cómo debería reaccionar la madre? ¿Debería ser justa? ¿O debería ser buena? Claro, leyendo la historia, el primer impulso emocional sería condenar una reacción de castigo contra el hijo. Y sin embargo, ¿no sería la más justa?

Lo justo sería reprenderle como mínimo, pues ha dejado caer un plato al suelo, permitiendo que se rompiera. Ha sido un torpe, y no prestó la suficiente atención al sujetar el plato. Se fue relajando poco a poco, y al final se confió demasiado.

Sin embargo, lo bueno sería ver el esfuerzo que ha puesto el niño en su tarea, aguantando hasta el final, siendo eficaz y laborioso. En resumen, ver las buenas cualidades, agradecer su trabajo, consolarle y reemprender otro trabajo, sería lo más bondadoso que se podría hacer.

Enternecida por el temor de su hijo, la madre lo mira, lo coje entre sus brazos, lo abraza, lo aprieta contra su pecho, y mientras le susurra: "No has hecho nada malo a propósito. Ha sido un accidente. No te preocupes, yo lo recogeré...". Qué maravilla de madre...

Tristemente, esta escena no se traslada a la realidad de los adultos, donde un malentendido se soluciona con la justicia por mano propia, en vez de aclarar los asuntos de forma bondadosa...

03 noviembre 2005

¿Amor a primera vista?

¡Qué bonito es el amor! (o eso dicen l@s enamorad@s).

No voy a decir mucho acerca de algo que no conozco, pero me gustaría dar mi opinión acerca de la típica y tópica expresión que postula: "Lo nuestro fue amor a primera vista". Bien. Intentaré hacer un amago de análisis.

¿Qué es amor? Definición de la R.A.E.: "Sentimiento hacia otra persona que naturalmente nos atrae y que, procurando reciprocidad en el deseo de unión, nos completa, alegra y da energía para convivir, comunicarnos y crear".

Aislemos las palabras 'reciprocidad, unión, completa, convivir, comunicarnos'. Obviamente, no se puede sentir amor hacia alguien sin experimentar estas cosas. Pero incluso esta definición es algo ambigua, y más bien parece que define "atracción romántica" más bien que "amor". Será que es más complejo de lo que parece...

La enciclopedia "Perspicacia" da esta acertadísima definición: "Afecto profundo o apego hacia una persona; cariño". Esto sí que esclarece el asunto. ¿Cómo puede haber afecto profundo o cariño por sólo verla?

Sea como sea, el amor es algo que no se puede sentir con sólo ver a una persona, o por una charla de 10 ó 15 minutos. El amor es mucho más que eso. Los que lo sienten de verdad lo sabrán bien. Yo, desde luego, soy el menos indicado para expresarlo.

Pero de lo que sí estoy convencido, es que alguien no se puede enamorar de otra persona por el simple hecho de saludarse esporádicamente, incluso de forma periódica.

Eso puede que tenga otro nombre. Es lo que comúnmente conocemos como "química". Seguro que has oído la conocida expresión de que "entre nosotros hay química". Eso es más creíble y yo mismo lo he comprobado (vaya, vaya, vaya...).

Personalmente, no creo en esa clase de amor. Puedo usar (a pesar mío) la palabra "enamoramiento", que se acerca peligrosamente al concepto de "amor". Pero no es amor. Puede sólo ser un capricho, o simple estimulación sexual producida por la belleza exterior. ¿Es que se puede sentir amor por una persona que no se conoce, o apenas?

Animaría encarecidamente a aquell@s que usan el amor de forma tan frívola a que se paren un poco más a meditar en el verdadero significado del "amor a primera vista". Desafortunadamente no hay príncipes azules, ni princesas presas por un dragón. Es una verdadera pena que escaseen las auténticas historias de amor ¿verdad? Ojalá tod@s viviéramos una. Sólo hay que tener paciencia, mucha paciencia... Y por supuesto, madurar. Y, siento decirlo, incluso haciendo eso, puede que no se consiga el resultado esperado.

01 noviembre 2005

¿Humildad u Orgullo?

"Me avergüenza la alabanza porque la mendigo en secreto". Esta máxima del poeta, filósofo indio, premio Nobel de literatura (1913) y caballero inglés (1915) llamado Rabindranath Tagore (1861-1941), expone de una manera algo confusa la aparente contradicción entre el orgullo y la humildad, así como la dificultad para percibir estas dos cualidades de forma correcta.

Me explico. Por una parte, tenemos a la persona que no esconde lo que es y demuestra abiertamente que su naturaleza es la prepotencia, la altivez y el desprecio por toda cosa inferior a ella. Y por otro lado, tenemos a la persona que no es nadie, que no se atreve a discutir por creerse ignorante y a dudar siempre de sus palabras, actos e incluso pensamientos.

Obviamente, pocas personas encajan completamente con alguna de estas descripciones, aunque si hay más de alguna, sería de la primera clase. Lo normal es un sentido de la autoestima más o menos equilibrado, aunque tristemente este equilibrio cada día está más descompensado.

La cuestión es que, a veces, la persona que aparenta humilde, quizá no lo sea tanto. Excuso decir que los orgullosos normalmente son lo mismo por fuera que por dentro. Pero los que parecen humildes quizá no...

Recordemos la máxima de Tagore: "Me avergüenza la alabanza porque la mendigo en secreto". Hay que decir que esto no es un patrón para juzgar a la gente. Sólo es un pequeño detalle en el cual pensar.

Mucha gente no es capaz de encajar los halagos, los encomios y los aplausos. Y no es porque no se merezcan. Más o menos, cada uno de nosotros bien merece de vez en cuando que nos suban la autoestima. Sin embargo, puede suceder que repetidas veces, una persona (incluso nosotros mismos) no aceptemos la alabanza que viene de otros.

Por ejemplo. Hemos hecho bien una comida. Rápidamente, los comensales alaban al@ cociner@ y le atribuyen todo el mérito. ¿Cómo reacciona el destinatario? Bueno, puede haber varias opciones para el caso que estoy mencionando. Una es ponerse colorad@, negar todo mérito, cambiar velozmente de tema, y maniobras similares.

Pero claro, con esto no basta para identificar a este patrón de personas. Entre varios, un detalle podría ser su carencia de sinceridad al encomiar a otros por su buen hacer, y no sólo carencia de sinceridad, sino el negar el éxito de otros, incluso no dar las gracias, o sólo siguiendo al protocolo.

Bueno, sólo es una apreciación. Sobra decir que esto tampoco se puede aplicar a todos los que parecen humildes, pues puede ser que nuestros prejuicios nublen nuestra vista. Pero esto bien pudiera ayudarnos a no dejarnos engañar por falsos destellos sobre un oro simulado.

Pensar que piensan

"¿Te preocupa lo que piensan los demás de tí?"Bueno, quizá lo primero que se nos venga a la boca cuando nos preguntan eso sea "¡Qué va! ¡Para nada! Paso de lo que piensen de mí...". Como digo, es lo más fácil.

Sin embargo, lo más complejo (y uso la palabra complejo porque es más que difícil) es reconocer que tácitamente sí nos importa en la mayoría (gran mayoría) de los casos el concepto que otros tengan de nosotros. ¡Qué cosas! ¿no?

¿Por qué será que sucede esto? Obviamente, los humanos somos seres sociables. Poca gente hay que aborrezca estar con otras personas, y menos que intente disfrutar de la compañía de ellas. Incluso si pudiéramos, tendríamos muchos amigos (cosa bastante improbable).

Debido a ello, a todos nos gusta estar con gente (más o menos agradable). Y no sólo estar: nos gusta estar cómodos en su presencia. Si vamos a estar incómodos por algo, a veces es mejor no estar, debido al mal rato que podemos llegar a pasar.

Y por ende, hay un deseo interno que hace que queramos que los demás nos acepten tal y como somos. Y qué bien se está con gente que no te está mirando constantemente a la ropa que llevas con una mueca de desaprobación en la boca, o se queda embelesada (en el mal sentido) por esa risa tan peculiarmente tuya. Claro está, hay cosas que se pueden y otras que no se pueden cambiar. Lo que nos avoca en que queremos gustar a los demás...

De ahí que, normalmente, nos importe lo que los demás piensen de nosotros. Por ello, ¿será entonces un tópico el decir que no nos importa lo que otros piensen? Es posible; yo diría más: es más que posible. De hecho, es un hecho innegable (valga la redundancia, si es que había pocas). Y hasta es algo que indica que nos preocupa nuestra sociabilidad. Lo cual es bueno, por supuesto... pero a un grado razonable.

Sin embargo, no se debe caer en el gran error de preocuparnos en exceso por ello. Es decir, no pasarnos el día cavilando en que otros han pensado, piensan o van a pensar de nosotros algo por lo que hayamos hecho, estemos haciendo o vayamos a hacer, respectivamente.

¿Piensas demasiado? Bienvenid@ al club. Pero hazme caso: no te tortures. En la gran mayoría de los casos, la gente está más preocupada en pensar en lo que tú piensas de ellos, que en pensar que tú estás pensando que ellos están pensando acerca de tí (esto más que redundancia es "rebuznancia").

¿Sabes? Acabo de leer lo escrito y hasta a mí me cuesta entenderlo. ¿Alguien me lo explica? ¡Ja ja ja! Debe ser la noche de las agujeros negros en la mente... aunque sospecho que no digo ninguna mentira.